NIAM

NIAM
Niam, la del dorado pelo,
la de las vestiduras de incienso
le habla a Oisin con un sonido de címbalo:
"Ven conmigo, a mi tierra,
más bella que todos los ensueños,
más bella que todas las turquesas,
donde la leche de la yegua se derrama.
Los ojos de los hombres
tanto prodigio jamás han visto.
En los ámbitos del alma
hierve la dimensión del tiempo.
Los frutos llenan las cestas todos los días del año
y la flor del espliego abre su corola
en las mañanas colmadas de misterio.
Rezuman miel los troncos.

Ni la muerte ni el dolor existen.
La música late en los muros de las casas
y los arpegios adornan las ventanas.
Los caballos y los perros quimeras corretean.
Los ojos de las mujeres devanan madreselvas
y las manos de los niños son jacintos.

Niñas de arroz arrullan el sueño de los hombres".

Oisín monta el corcel de las riendas cubiertas de estrellas,
desaparece con el relumbre de la luna,
transcurre entre los abetos donde las semillas vuelan
y las aves entonan las canciones del lugar donde crecen los ciruelos.
"Tú serás el señor de la tierra donde nadie envejece.
Tú serás el señor de Niam"

No hay comentarios:

Publicar un comentario